Aranda y la Ribera

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4.1. El lechazo asado, protagonista de la Ribera del Duero

La Ribera del Duero Burgalesa atrae cada año a miles de turistas y amantes de la gastronomía gracias a su popular lechazo.

Elaborado con la mejor materia prima, el lechazo o cordero lechal proviene solo de las razas “castellana”, “churra” y “ojalada” y es alimentado exclusivamente con leche materna, tal como dicta la tradición desde la colonización romana y queda recogido en la marca de calidad e Indicación Geográfica Protegida “Lechazo de Castilla y León”. Tras asarse en horno de leña tradicional, a fuego lento en sus propios jugos, en cazuela de barro, es servido en cuartos.

Una de las especialidades del cordero lechal son las tradicionales "chuletillas", preparadas tanto por los maestros asadores, como por los propios ribereños en su cocina casera y meriendas al aire libre. El toque especial se consigue en su elaboración, ya que se asan directamente sobre brasas de vid o sarmientos, otorgándoles un aroma especial. Y se comen, sin pudor alguno, con las manos.

Tanto para las chuletillas como para el lechazo, la mejor época para su degustación es la primavera, ya que en ese tiempo la oveja madre solo se alimenta de nuevos pastos y ese beneficio es traspasado a las crías, dotando a su carne de un excelente sabor.

En junio tienen lugar las Jornadas del Lechazo, una cita ineludible.